Traductor

sábado, 9 de agosto de 2014

No te Rindas. 2 Reyes 13.

Hay momentos en nuestra vida que son muy difíciles parece que no vamos a salir del atolladero. Sentimos que pasamos por un desierto que parece no tener fin.
Muchas veces pensamos que porque somos cristianos no debemos tener momentos de aflicción. Este mundo es difícil y por lo tanto tenemos que aprender a luchar y salir victoriosos. Jesucristo no nos promete evitarnos las aflicciones. Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Que hacer para no Rendirnos.
1. Debo Creer que Dios perdona. V 4 “Mas Joacaz oró en presencia de Jehová, y Jehová lo oyó; porque miró la aflicción de Israel, pues el rey de Siria los afligía.” muchas veces nos equivocamos y esto nos hace sentir muy mal. Pero debemos saber que si nos arrepentimos Jesucristo nos perdona lo importante es no volver hacer lo mismo. Juan 1: 9 “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
2. Debo estar seguro que es Dios quien nos protege. V 5 (Y dio Jehová salvador a Israel, y salieron del poder de los sirios; y habitaron los hijos de Israel en sus tiendas, como antes.” Jesucristo siempre está dispuesto a pelear por nosotros. Romanos 8: 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
3. Estar convencidos de que Dios nos Usa a pesar de la situación en la que podamos estar viviendo. V 14 “Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!” Eliseo estaba enfermo y a pesar de esto Dios lo quería utilizar para animar al rey quien estaba desesperado a causa del ataque de sus enemigos.
4. Es Dios quien nos da una nueva visión cada día. Por el tenemos ganas de seguir viviendo y sobre todo ganas de seguir luchando. V 15-16 “Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas saetas. Tomó él entonces un arco y unas saetas.  13:16 Luego dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey,” visualízate dentro de algunos años como quieres verte y empieza a luchar por ese sueño.
La promesa de Dios es que a través del espíritu santo tendremos sueños por alcanzar no importa cuál sea nuestra edad. Joel 2: 28 “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
5. Debemos anhelar lo que queremos. Cuando anhelamos las cosas podemos luchar por ellas. Debemos ser ambiciosos en el buen sentido de la palabra. Si Dios te promete darte todo lo que le pidas entonces no te limites a desear lo más pequeño. Sueña en grande lógicamente también prepárate para luchar y esforzarte en grande. V 18-19 “Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. 13:19 Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria.

Por más oscura que parezca la noche siempre hay la esperanza de un nuevo amanecer. Por muy largo que sea el camino siempre hay una meta a la cual llegar. No te rindas siempre piensa que con Jesucristo todo es posible.